Ya ha pasao la Semana Santa del 2006. Ahora mismo es ya por la mañana y toy escuchando los 40 principales en su 40 aniversario con el programa; "Anda ya", que presentan su libro; "¿Es necesario madrugar tanto?". Después de pasar ya el límite de vivir la Semana Santa por más de 28 veces, me parece que no he aprendido mucho, porque ahora mismo toy más aburrio que una ostra sola en mitad de un vaso de agua. Será tal vez porque el aburrimiento es algo natural y ya está, no hay que darle muchas más vueltas al asunto. En realidad me da igual si me aburro, pq hasta aburrio que estoy tengo insomino, y eso si me preocupa un poco más, en algunas ocasiones me sucede que le "tomo" miedo a quedarme dormido y no se la razón, en fin. Cualquiera diría dentro de unos pocos miles de años que el aburrimiento se erradico con el nacimiento de Internet, pero eso no lo creo yo por el momento, o mejor dicho, es incorrecto desde el momento en que yo si que me aburro, a veces también suelo reflexionar en público sobre este asunto y siempre me digo a mi mismo que no volveré a hacerlo porque sólo encuentro la salida de pensar que me aburro por vicio y ya está. Es una manía como otra cualquiera, supongo que mi amigo Capi sabría catalogarla o al menos darle una explicación lógica que permitiera demostrar que no tiene porque convertirse en una fobia o en cualquier cosa peor. En cuanto a la pregunta del título, me hace pensar, que suele sucederme que me hago ese tipo de cuestiones estupidas porque esperaba algo más en esta Semana Santa, y sin embargo, no es que tuviera ganas, pero no me he comido ni un churro, vaya. Desde hace también un tiempo ya no he vuelto a conversar con una "colegita" que conozco de America, concretamente del Sur. Su nombre creo recordar es Célia y trabaja en una imprenta en Venezuela, mu maja ella, y con la que he mantenio varias conversaciones con la cámara web. Supongo que me queda el consuelo aquel que se dice con el dicho: "Lo que pudo haber sio". Desde luego tampoco hace falta que me diga a mi mismo que sufro por ser o considerarme -antisocial-, incluso mi hermano Antonio Carlos me ha preguntao la razón por la cual no tengo "amigos" en Internet con todo lo que estoy conectado y juego en línea, y claro que no se responder a esa pregunta, no suelo ser muy "correcto" cuando me enfado y lo normal es que no me apetezca charlar, suena de lo más "pedante", y así es, esa es la sencilla y pura verdad, soy una persona desagradable, con todas las letras, y sin nada que objetar por mi parte, además si le añado o acompaño mis datos o estadísticas de higiene personal pués lo de desagradable toma una nueva y renovada vitalidad, esa es otra vez la única verdad. Para este año mis espectativas de "sacar" alguna asignatura se esfuman con cada minuto que marca el reloj, es mu extraño, no se porque no termino de despegar en el asunto de los estudios, es como si me hubiera tocao ser un "avión" de esos que se quedan para siempre en enseñar como no despegar nunca. Necesitaría un esfuerzo de continuidad por al menos 3 años, y ya la cifra da miedo na más que verla. No es que no me guste la Informática, es que llego a odiarla, que es peor. Hace poco escuche que del amor al odio hay un paso, en mi opinión esa afirmación es un poco atrevida, y desde luego no me pronunciaré al respecto en un blog personal, pero si que me viene que ni pintada para explicar mi relación con la Informática, ya que de alguna manera es en un odio profundo en lo que puede derivar si me doy por vencido y arrojo la toalla o si me convierto en un fracasado como muy bien me dijo en alguna ocasión mi amigo Sergio, pero nose nose. Mi estilo de vida en relación a las horas de sueño o al tiempo que paso durmiendo siguen más o menos por el mismo camino, esto es, sigo durmiendo de día, trabajando al atardecer y con mi tiempo libre por la noche, no se si es una forma de vida que me situe en la media o no, pero sin duda en la casa en la que vivo con mis padres y con mi abuela, pués yo parezco el raro y con toa la razón, porque voy al revés que ellos 3. En conclusión que sigo respirando y nutriéndome.
